Más de 2.000 estudiantes de enseñanza básica y media fueron parte de la experiencia educativa desarrollada junto a la exposición ALMA: explorando nuestros orígenes cósmicos.
Esta experiencia se centró en el modelo educativo de Espacio Fundación Telefónica, que consiste en una visita mediada por la muestra y una serie de talleres que se impartieron en el Aula Lab, desde el 7 de octubre hasta el 31 de diciembre de 2015.
Tal fue el interés por participar de parte de las comunidades educativas que antes de la inauguración de la muestra ya había un grupo inscrito para participar.
Durante todo el trimestre hubo por lo menos un grupo diario participando de las actividades educativas.
Los grupos que asistieron cursaban desde 1° básico hasta 4° medio; sin embargo, destaca la alta presencia a partir del 5° básico.
Para Iris Solórzano, responsable del área educativa de Espacio Fundación Telefónica, el éxito de esta experiencia educativa se explica por lo atractivo que resulta el tema radioastronómico para los estudiantes, al ser materias casi no abordadas en la cotidianidad escolar.
En la mayoría de las oportunidades, los contenidos de la muestra generaron asombro y fue gran motivador para la participación activa de los estudiantes.
«También comprobamos, una vez más, que el modelo educativo que actualmente aplicamos garantiza la participación activa de los estudiantes», comenta Iris.
Otro aspecto que se destaca de la experiencia es el desarrollo de talleres que se realizan al cerrar la jornada, tras recorrer la muestra.
Los talleres que se impartieron fueron Antenas parabólicas robóticas, Brazo Robótico con Telescopio, Instalación Interactiva “Tiempo y Escala entre planetas» y Construcción de un Telescopio óptico (modelo tradicional).
Sorprendentemente, y a pesar de lo atractivo que resulta para estudiantes y docentes todo lo relacionado con nuevas tecnologías, más de la mitad de los inscritos seleccionó el taller de construcción del telescopio tradicional.
Este taller consistía en que los estudiantes construyeran un telescopio utilizando materiales simples, como el cartón, botellas plásticas y lupas de bajo costo, para experimentar cómo manipulamos la luz a través de leyes ópticas, usando materiales reciclados.
Desde el punto de vista pedagógico, el equipo educativo comenta que el taller tuvo dicho éxito ya que los procesos que debían desarrollarse introducen o consolidan conocimientos científicos relacionados con las asignaturas de matemáticas y física de manera concreta.
Por otro lado, el ejercicio de manipular objetos simples para llegar a conceptos que pueden resultar abstractos, motiva tanto a docentes como a estudiantes a despertar la creatividad reutilizando materiales que tenemos a la mano.
Cada experiencia educativa es evaluada por los participantes al finalizar. En estas evaluaciones, los profesores destacaron el alto nivel de los contenidos de la muestra, el manejo de los mismos por parte de los mediadores que orientan a los grupos por la exposición, el trabajo creativo y en equipo que desarrollan los estudiantes; la buena organización y aplicación de las actividades, de manera entretenida a la vez que formativa, entre otros comentarios.
Por número de participantes y resultado de los talleres, la experiencia educativa de la exposición ALMA superó todas las expectativas. El número total de estudiantes que participaron en los talleres fue de 2.109 (700 al mes, aproximadamente) y un total de 3.000 que disfrutaron de la muestra.