La oralidad es patrimonio de la humanidad y su poder se extiende a la tecnología y a los asistentes virtuales, como máquinas y robots, pero ¿cómo articula la comunicación, los procesos evolutivos de la mano de la digitalización?
La voz nos conecta y si bien la Inteligencia Artificial avanza con celeridad, aún queda camino por recorrer, según Elena González, directora general de Europa en CoverWallet «queda muchísimo por hacer para que las voces que hemos escuchado se generen solas desde una máquina»(…)»Traducir los sentimientos humanos para que los algoritmos y máquinas los reproduzcan en la voz es verdaderamente difícil» […] Pero con el suficiente número de datos y entrenamiento, podemos llegar a un grado de exactitud en la imitación de voces bastante alto“.
En cuanto a las características que hacen únicas a las voces, Marta Pinilla, experta, mentora y profesora de voz y comunicación no verbal, explica que la voz es «la huella de identidad de cada persona» y es un elemento insustituible que carga emoción, factor del que duda pueda ser reproducido por una máquina.
En palabras de Juliana Rueda, ingeniera de sonido y productora de audiolibros, la voz permite «crear universos sonoros a través de la emoción», lo que logra mediante la magia generada entre la palabra escrita y hablada.
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